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A la hora de elegir una pala de pádel nos fijamos en muchos detalles, como los materiales con los que está construida. Entre esos materiales, dos de los más comunes son la fibra de vidrio y la fibra de carbono.

Hay muchos más, y es que cada día se va innovando e introduciendo nuevos materiales como el grafeno, el aluminio… pero los que están más presentes en los planos de las palas son estos dos, la fibra de vidrio y la de carbono.

Fibra de vidrio vs fibra de carbono

Cuando hablamos de estos materiales, a veces da la sensación que la fibra de carbono es mejor que la fibra de vidrio, cuando son dos materiales que nos aportan características diferentes y, según nuestro juego y nuestras preferencias, irá mejor uno, otro, o ambos. Y es que en muchas palas encontramos que tienen capas tanto de fibra de vidrio como de carbono, porque no son incompatibles entre sí o hay que escoger entre ambos.

La fibra de vidrio es cierto que se encuentra en mayor número de palas de gama baja y media o más baratas, mientras que la fibra de carbono tiene mayor presencia en las gamas altas de las marcas. ¿Quiere decir esto que es mejor la fibra de carbono? Como ya hemos dicho, no, no es que sea mejor. En este caso se trata de un tema de coste, ya que la fibra de vidrio es más barata que la fibra de carbono.

La fibra de vidrio, al ser más barata, hace que las palas que lleven este material sean más baratas. Este es un tema del que ya hemos hablado, que una pala sea más barata no significa que sea peor que una más cara, pero en muchas ocasiones tenemos esa idea, más barato = peor.

Fibra de vidrio y fibra de carbono

¿Qué aportan la fibra de vidrio y la fibra de carbono a una pala de pádel?

La fibra de vidrio es un material más flexible, permitiendo adaptarse mejor a los cambios de temperatura. Al ser flexible, hace que la pala sea algo más blanda y tenga mayor salida de bola.

Por su parte, la fibra de carbono es más rígida, tiene mayor resistencia y es algo más ligera. Gracias a esa rigidez, hace que la pala tenga mayor potencia y control.

Como pasaba con el precio, otro de los handicaps con los que parte la fibra de vidrio es el de la resistencia. Claro, si lees que la fibra de carbono es más resistente que la de vidrio piensas que es mejor comprar una pala con fibra de carbono que de vidrio. Que sea menos resistente no significa que la pala se te vaya a romper, o que no sea resistente.

Puedes tener la mala suerte de que se te rompa la pala, da igual que lleve fibra de vidrio, de carbono, kevlar, grafeno o lo que sea. Un defecto de fábrica, un mal golpe, mal mantenimiento y adiós pala.

En el tema del peso, es más “problema” de los fabricantes a la hora de configurar la composición de la pala. En el producto final no es algo que vayas a notar.

Más que dejarnos llevar por tópicos, debemos elegir una pala con uno u otro material en función de nuestras necesidades.

Hay que pensar que en la fabricación de las palas intervienen muchos otros materiales que vana a afectar al comportamiento de la pala y, al final, nos decantaremos por una que nos delas mejores sensaciones.

Como decíamos, encontramos muchas palas que llevan ambos materiales. La fibra de vidrio aporta mayor resistencia, mientras que la fibra de vidrio compensa la rigidez de la fibra de carbono aportando flexibilidad. No son materiales excluyentes, ni uno mejor que otro.

Unos preferirán el tacto que les da una pala con fibra de vidrio, otros necesitarán una pala más resistente porque son pegadores… Cada jugador tiene unas características y para cada uno hay una pala ideal.

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