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En el pádel, uno de los aspectos más importantes para imponer nuestro juego al del rival es la velocidad de bola con la que juguemos en cada momento.

En más de una ocasión te habrás apuntado a un partido donde los rivales tenían un nivel superior al de tu compañero y tú. De las primeras cosas que se notan en esos partidos es que al rival le corre más la bola. Imprime un mayor ritmo que te saca de posición y te hace difícil la preparación para la devolución y forzando un mayor número de errores por nuestra parte.

Por una parte, para afrontar partidos contra gente ya de nivel deberíamos ser capaces de poder imprimir esa misma velocidad a la bola para jugar en igualdad de condiciones. ¿Sucede esto siempre? Evidentemente no. Puede que, por nuestro nivel, no seamos capaces de imprimirle tanta velocidad a nuestros golpes. Y, entonces, ¿qué hacemos? Cada jugador tiene sus recursos y toca sacarle provecho.

¿Cómo jugar con la velocidad de la bola en pádel?

No siempre se trata de jugar con la mayor velocidad de bola posible. Volvamos al ejemplo inicial. Mis rivales imprimen mucha velocidad a la bola en cada golpe.

Si tú notas que juegan con una “marcha” más que tú, es porque no estás acostumbrado a jugar con esa velocidad de bola, por lo que sería un error “entrar al trapo” e intentar igualar esa velocidad, ya que este concepto va más ligado a la técnica y, si forzamos, lo único que vamos a conseguir es perder control en nuestro golpeo. En su juego, el 99% de veces te van a ganar, por lo que tienes que intentar incomodarles.

¿Que ellos imprimen mucha velocidad? Si ni puedes mantener el ritmo, tienes que cortarlo por lo sano. En esos momentos no te conviene jugar con mucha velocidad, por lo que es mejor optar por jugarles lento, con interrupciones, bajar el ritmo para jugar nosotros más cómodos y que los rivales no lleven la iniciativa.

Acostúmbrate en partidos así en apoyarte más con las paredes, dejando pasar la bola y que rebote para tener más tiempo para pensar en la siguiente jugada, hacer globos, chiquitas… bolas que no lleven mucha velocidad pero que tampoco puedan atacar.

En ocasiones, seréis tu compañero y tú los que tengan más ritmo en el juego que el rival y ahí lo tienes que aprovechar para que no te metan en el fondo de pista y duerman el partido. Ya sabes lo fácil que es contagiarse de ese ritmo lento y tedioso en el que, no sabes cómo, pero acabas en el fondo de pista simplemente pasando la bola.

No se trata de buscar siempre imprimirle mucha velocidad a la bola, o viceversa. Para cada situación de partido deberemos elegir qué es lo mejor y con qué podemos hacer más daño.

Cómo dar más velocidad a la bola

Uno de los principales problemas cuando tenemos poca técnica es que la bola no corre. La bola no corre y, ¿qué haces? Tratas de darle más fuerte a la bola. Pero, esa no es la solución, ya que no se trata de fuerza, sino de la técnica del golpeo.

En muchas ocasiones, no le damos velocidad a la bola por el simple hecho de dejarla entrar demasiado, como en la volea, por ejemplo. Si queremos que coja más velocidad debemos hacer un armado corto y atacar la bola, esto es impactar la bola por delante del cuerpo, de lo contrario nos saldrá una bola bombeada y sin velocidad

Otra clave fundamental a la hora de lograr más velocidad es acelerar el golpe. Sucede en la volea o en cualquier remate. Te dejas el brazo pegando a la bola pero sale casi sin velocidad. No es fuerza, se trata de técnica: Preparación del golpeo, armado y aceleración en el impacto con la bola.

Lo que debemos tener claro es a qué velocidad podemos jugar. Tienes que conocer tu límite ya que, si lo excedes cometerás un mayor número de errores.

*Foto de World Padel Tour

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