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¿Estás harto de que bola que le llega a tu compañero bola que se juega? ¿Has hablado con él y no te hace ni caso? ¿Quieres una solución sin necesidad de recurrir a la violencia? Fácil, ¡cambia de compañero!

Hay cierto tipo de jugadores a los que no les tiembla el pulso para jugarse una bola, ya sea el primer punto del partido y una bola de partido.

¿No te gusta su forma de jugar? Al principio lo decía un poco en broma pero, si no te sientes cómodo jugando con alguien así, tienes dos opciones, aguantarte o cambiar de pareja. No intentes cambiar a tu compañero, SPOILER, saldrá mal.

Igual que tú puedes tener un juego más equilibrado, de posicionamiento, trabajar el punto y definir cuando te queda una bola fácil, tu compañero tiene un juego distinto, más agresivo, quizá algo/bastante alocado.

¿Qué hago cuando mi compañero se las juega todas?

Como decía, si no estás cómodo con un compañero así, lo mejor es buscarse otro compañero con el que te complementes mejor. Si no es eso, valoremos los pros y contras de un jugador así.

Lo primero que deberíamos tener en cuenta es, ¿es buen compañero? Que se las “juegue” todas no quiere decir que sea mal compañero. ¿Te roba bolas? ¿Insiste en tus fallos y en los cuyos calla? ¿Te pone malas caras? Si la respuesta es sí, ¿a qué esperas para cambiar de compañero? Si la respuesta es no, sigamos analizándolo.

Aspecto muy importante. Se las “juega” todas, vale. Pero, ¿le entran? Cuando tenemos un compañero que juega así, lo que debemos valorar es si nos aporta más que nos resta. No es lo mismo que se las juegue Sanyo Gutiérrez que lo haga alguien que se remata al pie. Es posible que para lo que nosotros significa jugársela para nuestro compañero, no voy a decir asegurar, pero sí diré jugar con un golpe que controla.

Puede tener mucha mano y de cada cinco puntos que se juega ganar tres o cuatro. Fallar, evidentemente fallará, todos fallamos. Ahora bien, pongamos en una balanza los errores y aciertos de nuestro compañero, igual que deberíamos hacer con nosotros mismos, para saber si nos aporta más que nos resta antes de poner en tela de juicio su juego.

¿Cómo juego cuando mi compañero se las juega todas?

Si llegamos a la conclusión de que nuestro compañero nos aporta y queremos seguir jugando con él, es momento de intentar compenetrarse con él.

Si es un jugador que arriesga en sus golpes, pero tiene un acierto elevado, vamos a darle margen e intentar equilibrar la pareja. Busquemos nosotros controlar el juego cuando sea necesario y que él pueda definir.

Este tipo de jugador es un arma de doble filo. Si está inspirado puede ganarnos el solo el partido, pero como no tenga el día nos lo puede hacer perder. Hay que saber jugar con ello y no todo el mundo es capaz.

En ciertos momentos tendremos que hacer de ancla de la pareja y ponernos el mono de trabajo para contrarrestar su “locura” y en otros, simplemente, dejémonos llevar.

Que él se encargue de desquiciar al rival con su juego, pero que no acabe desquiciándote a ti.

*Foto de World Padel Tour

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