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Muchas veces se habla de cómo mejorar mi juego para ganar más o para subir mi nivel de forma individual, pero lo que realmente importa en una pista de pádel es el juego en pareja.

Ya podéis ser muy buenos tu compañero y tú, que si como pareja no estáis compenetrados, la lleváis clara. Cierto es que ante rivales peores o que sólo jueguen por diversión podéis sacar partidos adelante, pero en cuanto el nivel de exigencia suba, sufriréis. En el pádel, la pareja tiene que jugar como uno sólo y no hacer cada uno la guerra por su cuenta.

A continuación os vamos a dar algunos consejos de lo que una buena pareja de pádel debería hacer.

Consejos para mejorar como pareja en pádel

Tener una buena comunicación

La comunicación para una pareja de pádel es fundamental, tanto dentro como fuera de la pista. Antes de los partidos hay que hablar no sólo para darse ánimos sino también para preparar las situaciones que se puedan dar durante el juego. Luego, durante el partido, es importante hablar para analizar el juego del rival, ver por dónde se les puede hacer daño y hacer correcciones sobre el propio juego. Antes de un partido hay que definir una estrategia pero no siempre sale como quieres, por eso es importante una buena comunicación, para poder modificar esa estrategia sobre la marcha.

La comunicación ha de ser constante y fluida. No se puede uno aislar y parecer que juegue sólo. No se puede llegar y decir “esta parte del campo es mía, el resto para ti y punto”.

Ser complementarios en la pista

En uno de nuestros últimos podcasts, creo recordar que en el que hablábamos sobre cómo superar una mala racha de resultados, comentábamos de refilón este aspecto. Por muy bien que te lleves con una persona, no necesariamente tiene que ser complementaria contigo en la pista de pádel.

Esto viene sobretodo por el lado en el que juguemos o por el tipo de juego que se tenga. Lo ideal es que cada uno juegue en el lado en que más cómodo se sienta y en el que mejor pueda desarrollar sus puntos fuertes en cuanto a golpes. Si los dos tenéis un juego que se adapte mejor al lado del revés y ninguno se termina de sentir cómodo en el lado del drive… pues hay un problema. Evidentemente con paciencia alguno de los dos se puede adaptar a ese lado, pero le toca sacrificar sus puntos fuertes para, digamos, empezar de cero.

Ser conscientes de las cualidades de cada uno

Antes de empezar el partido ya debéis tener claro lo que debe hacer cada uno o de lo que cada uno puede dar. Cada uno tiene su juego y debéis sacarle el máximo partido a vuestros puntos fuertes.

Como pareja debéis saber, por ejemplo, quién es el que construye el juego o quién es el que define los puntos. Puede que los dos jugadores tengan cualidades similares pero, normalmente, siempre hay uno que tiene mejor pegada u otro que sabe que le toca ponerse el mono de trabajo y morder en la pista.

Estar compenetrados en la pista

Este punto es fundamental. En un partido no puede ir cada uno como pollo sin cabeza en pista. Hay que jugar sincronizados, “si yo subo a la red, tú subes a la vez”. Siempre, o casi siempre, una pareja debe estar en paralelo, no puede ser que uno suba a la red y el otro se quede cogiendo setas en el fondo de la pista o que uno esté defendiendo en el fondo de la pista y el otro suba sin ton ni son.

Igualmente también hay que bascular hacia los lados para evitar dejar hueco en el centro de la pista. Si yo estoy cubriendo mi paralelo, tú tienes que estar cubriendo el centro y viceversa. El ejemplo más claro para esta situación, y un ejercicio típico para practicarlo es atar a una pareja con una cuerda para que, cuando uno de los dos se tenga que desplazar a un lado, el otro también se vea obligado a hacerlo.

También es importante saber a qué bolas tiene que ir cada uno. No puedes estar todo el partido con “esa bola era tuya” “¿esa del centro de quién era?”. Estas cosas hay que tenerlas claras sin necesidad de hablar en pista.

Divertirse en la pista

En el momento en el que no te lo pasas bien en la pista de pádel con tu compañero es que algo no va bien. El buen rollo es necesario para que la pareja funcione. En la pista hay que animar al compañero constantemente y aunque lo hagas, si lo que transmites por tus expresiones o miradas es contradictorio, se nota. Si no estás a gusto con tu compañero, eso se va a transmitir a vuestro juego hasta llegar a una situación insostenible.

Ser una pareja equilibrada

Con ser una pareja equilibrada me refiero tanto al tipo de juego como al nivel. Al tipo de juego respecto a que vuestras cualidades encajen y se complementen, uno que sepa definir los puntos y otro que defienda todo, o los dos que sin ser su punto fuerte se defiendan tanto en ataque como en defensa.

Pero quería centrarme sobretodo en el aspecto del nivel. Que uno tenga un poco más de nivel que su compañero vale, pero cuando la pareja está muy descompensada con uno de los dos con mucho más nivel que el otro… desde luego no es recomendable. Primero porque los dos no van a disfrutar por igual y segundo porque hoy en día mucha gente sólo quiere ganar, con lo que el que tenga un nivel más alto no va a oler bola, ya que se lo van a tirar todo a su compañero. Es mejor buscar un compañero de un nivel similar.

El postpartido

Ya sabéis que aquí somos muy del postpartido. Es el mejor momento para “consolidar” la pareja. Hablar de una forma distendida de lo que se ha hecho bien durante el partido, de lo que se ha hecho mal, del porqué y de hablar para buscar soluciones, pero todo de buen rollo.

Hasta aquí nuestros consejos para ser una mejor pareja de pádel. ¡Hasta la próxima!

*Fotos de World Padel Tour

3 Comentarios

  1. […] Es algo muy habitual, dos jugadores que individualmente son muy buenos pero que, en pareja, son un absoluto desastre. Si los rivales, aún teniendo poca técnica, saben trabajar bien la táctica en equipo, perfectamente les pueden pintar la cara. Sin duda, uno de los mayores errores en el pádel es intentar hacer cada uno la guerra por su cuenta y olvidar que este es un deporte por parejas. […]

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