Que en el pádel nos gusta más atacar que defender está claro, pero no podemos descuidar la defensa. Si no defendemos bien nos costará más llegar a la red y atacar.
A la hora de defender, si queremos seguir con vida, debemos no cometer ciertos errores que son fácilmente evitables, pero que no paramos de cometer.
La posición desde el fondo de la pista
Cuando nos posicionamos en el fondo de la pista, en muchas ocasiones nos desubicamos. Puede que partamos de una posición correcta pero, a la segunda bola que nos tiran ya nos hemos perdido.
De inicio lo ideal es esperar unos pasos por detrás de la línea de saque y cerca de la pared lateral, pero no pegados. A partir de ahí, según nos venga la bola, iremos corrigiendo la posición.
Tenemos que intentar evitar esas posiciones donde el rival nos pueda tirar bolas a los pies sin que nos de tiempo a reaccionar o, principalmente, donde el rebote en la pared nos juegue una mala pasada.
En muchas ocasiones te habrá pasado que el rival realiza un golpe, dejas pasar la bola y no llegas al rebote, bien porque te sobrepasa o bien porque la bola no sale tanto como esperabas. Es muy habitual quedarse demasiado separado de la pared y, cuando vemos que estamos demasiado lejos, ya no nos da tiempo a llegar a la bola. Es mejor quedarse más cerca de la pared de fondo, así si rebota poco no tendremos problemas en devolver la bola, mientras que si sale demasiado será más fácil salir corriendo hacia adelante. Recuerda, más cerca de la pared, pero tampoco te pegues a ella.
Es importante saber leer la bola para saber si va con efecto y si va a rebotar más o menos para, en función a eso, posicionarnos en pista.
Paciencia para recuperar la red
En el fondo de la pista somos un culo inquieto. Necesitamos un gancho que nos ancle al fondo para no salir corriendo hacia la red aunque los rivales estén ahí.
No queda otra que tener paciencia y no arriesgar más de la cuenta para sacarlos de la red. En cuanto nos meten en el fondo nos precipitamos con una bola más agresiva de la cuenta o con un globo rápido y subimos a lo loco. ¡Calma! Si tiras un globo, o una bola al hueco, espera hasta comprobar que sobrepasa al rival y este retroceda. No subas antes de tiempo o el rival, si caza la bola, te pillará a mitad de pista y te quedarás vendido.
Ten paciencia, juega con las paredes, gana tiempo para encontrar el espacio y pasar al rival.
Bascula con el compañero
Si en la red basculas dependiendo hacia donde tire el rival, ¿por qué no lo haces desde el fondo de la pista? Tenemos la costumbre, cuando estamos en el fondo de la pista, de quedarse anclados cada uno en su parte vigilando nuestro rincón y, si le tiran al compañero… ¡ya se apañará!
Igual que en la red, si le buscan el paralelo de tu compañero, debes cubrir el centro, en el fondo de pista pasa algo similar. No es tan exagerado como en la red pero, cuando el rival presione al rincón de nuestro compañero, debemos bascular y cubrir el centro.
No debemos descuidar nuestro rincón, ya que el rival podría aprovechar y buscar finalizar la jugada ahí, pero sí ayudar a nuestro compañero cuando le tiren a su rincón y luego una bola al centro. Ahí debemos ir a por esa bola, puesto que nuestro compañero, si llega, lo hará más forzado.
¡Baja el culo!
Desde el fondo de la pista el bajar el culo es fundamental para una buena devolución, y es algo que no solemos hacer. Te tiran una bola baja y tú arqueas el cuerpo y metes la pala como puedes para devolverla. Puede que pases la bola, pero lo haces sin ningún control y, en demasiadas ocasiones, fácil para que el rival defina.
En defensa hay que flexionar las piernas y bajar el culo, metiendo la pala debajo de la bola. Bajando el centro de gravedad jugaremos más cómodos las bolas que nos tire el rival y tendremos más control en nuestros golpes.
No nos interesa que nuestros golpes cojan demasiada altura, de lo contrario el rival podrá apretar más su volea y nos costará más el devolverla.
Esto, como siempre, son cosas sencillas de corregir pero, para ello, debemos ser conscientes de que las estamos haciendo mal. La próxima vez que juegues fíjate como te posicionas tú, y también tu compañero, en el fondo de la pista. Si os cubrís el centro o si no. Si falláis una bola, si es porque el rival lo ha hecho bien o viene por una bola anterior que habéis devuelto mal por no bajar el culo, o por no tener paciencia.
*Foto de World Padel Tour