Muchas veces nos fijamos más en los rivales que en la pareja que formamos con nuestro compañero. Nos ponemos a jugar y estudiamos las debilidades y puntos fuertes de los rivales, pero antes de eso, como pareja, debemos tener las cosas claras.
A base de tiempo y práctica, una pareja va mejorando hasta complementarse bien o ser un absoluto desastre y acabar a palazo limpio. Pero, ¿qué pasa cuando te apuntas a un partido en el que no conoces a tu compañero?
Cuando juegas con alguien que conoces, aunque sea la primera vez, vas a tener más confianza para hacer o decir ciertas cosas pero, cuando te apuntas a un partido con alguien al que no conoces de nada, la cosa cambia.
¿Cómo jugar con un desconocido de pareja?
Elegir el mejor lado para cada uno
Primero porque no os juntáis hasta que entráis en pista para jugar. ¿Quién juega en el revés y quién en el drive? Hay gente que directamente tira al revés sin consensuarlo y otros que, por cortesía, te ofrecen jugar en el lado que prefieras. Si ya te tiras un buen rato “discutiendo” quién juega en cada lado, mal empezamos.
Una vez que habéis elegido lado, queda mucho trabajo antes de empezar a jugar. Como no hay mucho tiempo, hay que marcar unas pautas básicas y, a partir de ahí, ir variando en función del partido. Evidentemente, lo ideal sería llegar un buen rato antes del partido, una media hora, para conocer a tu compañero y poder preparar el partido, pero es algo que no suele pasar.
¿Con o sin australiana?
Una vez elegido el lado de la pista en el que va a jugar cada uno, ¿qué debemos hacer? Algo que mucha gente obvia pero que considero importante, ¿jugamos con o sin australiana? Lo ideal cuando no conoces a tu compañero sería jugar con australiana, ¿por qué? Hay que hacer las cosas cuanto más sencillas mejor. Pese a que hay gente que no se aclara, lo ideal es que durante el partido cada uno se mantenga en su lado de la pista para no tener que hacer más cambios de la cuenta.
¿De quién son las bolas del centro?
Antes de empezar debemos dejar claro el tema de quién va a por las bolas del centro. Si el rival ve dudas sobre quién va a por esas bolas, te va a hacer un destrozo por ahí. Repito, no hay que complicarse.
Es mejor hablarlo antes y decir, “pues tú que juegas en el revés cubre más el centro cuando la bola venga de tu cruzado y yo al revés, y si la bola va más centrada vas tú”.
¿Dónde está el límite?
También es importante aclarar si el jugador de revés va a invadir al del drive, no, o en qué situaciones sí y en qué situaciones no. Puede que el jugador del revés sea de los que roban mucha bola a su compañero y este por ahí no pase, pero sí que necesite que en ciertos golpes sea su compañero el que vaya a devolverlas.
Por ejemplo, cuando yo juego en la derecha siempre le digo a mi compañero que invada mi parte de la pista cuando me tiren un globo alto a media pista que se me quede en el revés. El jugador de revés entra más cómodo a rematar ahí, mientras que yo a duras penas lo voy a poder defender.
Mucho más hay que hablar si se juega con un zurdo. Hay que ver cómo se reparten todas las bolas que van por el centro y en qué situaciones. Con dos diestros sabes que bolas por arriba, lo normal es que vaya el del revés, pero con un zurdo la cosa cambia. Hay que llegar a un acuerdo para que no pase la típica de unas veces van los dos y al final nadie le da. Pedirla puede ser una opción, eso sí, cuando la pidas le das aunque el compañero también vaya.
Mide tus palabras
Con alguien que conoces es fácil hablar y decir cualquier cosa, la confianza da asco, pero cuando no conoces a tu compañero, hay que ir con pies de plomo. No puedes hacer cierto tipo de bromas que harías con alguien a quien conocieras pero tampoco te puedes quedar callado todo el partido, y menos ser un gilipollas.
Paciencia
Usad los primeros juegos en la pista para poner en práctica todo lo que habéis hablado y corregir los errores tácticos que puedan surgir. Cuesta hacerse a un compañero nuevo así que, si no empezáis bien el partido, no os pongáis nerviosos.
Comunicación positiva y constante
Cuando juegas con tu pareja habitual hay cosas de las que no hay que hablar porque ya hay unos automatismos, sabéis dónde falla cada uno y os podéis complementar sin decir palabra. Esto no pasa cuando es la primera vez que juegas con alguien, así que es necesario que la comunicación sea constante y fluida.
Si ves que tu compañero falla y ves porqué, es un tema complicado. Lo primero es animarle y quitarle importancia al fallo y lo segundo es, si quieres comentar la jugada, hablar en plural.
Nunca individualices en el fallo de tu compañero. Por ejemplo, ha fallado porque se ha quedado en tierra de nadie. Puedes comentar, “cuando no lo tengamos claro, nos quedamos atrás para que no nos pillen a mitad pista y ya subimos cuando podamos”.
Si es un error técnico en plan “le has pegado muy encima de la pelota y por eso has fallado”, mejor que no, ahórrate el comentario. Todos los comentarios deben ser positivos y sobre cosas tácticas que se puedan corregir como pareja sobre la marcha. Todo lo demás sobra, ir de profesor, malas caras, gestos… si no te gusta tu compañero, cuando acabe el partido no vuelvas a jugar con él y ya está.
He visto mucha gente que no era mala jugando, o por lo menos lo intentaba, hundida porque su compañero lo machacaba. Gestos constantes cuando fallaban, correcciones en tono poco amistoso…
Cuando juegas de compañero con alguien que no conoces debes adaptarte, armarte de paciencia y tratar de comunicarte siempre que puedas. No hay más.
*Fotos de World Padel Tour