Compartir

Todo suele empezar con una espontánea propuesta de algún amigo en un grupo de whatsapp, que viene a ser algo como “chicos ¿quién se apunta a un partido este viernes a las 20?” .

Una vez lanzada la propuesta, la bola estará en nuestro tejado, es entonces cuando decides esperar un tiempo prudencial a ver si alguien responde primero, teniendo en cuenta las siguientes premisas:

– Si respondemos demasiado rápido, dará la sensación de que tenemos mucho tiempo libre, hay que aparentar que somos gente ocupada.

– Si tardamos mucho en responder, puede que se nos adelanten en la respuesta y nos quedemos sin la partida amistosa de la semana.

Mi recomendación, esperar que responda el primero y una vez roto el hielo, hacer lo propio al poco tiempo, y si nadie se pronuncia pues habrá que dejar pasar unas horitas.

Se acerca la el día del partido y todavía nos faltan 2 amigos que parecen hacerse de rogar, empiezan a aflorar los nervios, pasan las horas y es cuando tu cabeza empieza a plantearse un plan b. Uff, menos mal, ya tenemos un tercero que confirma, sólo falta uno.

Llega el día del partido y vas mirando el móvil a ver si alguien responde pero nada,  las horas siguen pasando y empiezas a desesperarte, no te quieres quedar sin tu partido semanal y entras en la fase de “alerta roja”, esa en la que empiezas a estrujarte el cerebro para ver a quién puedes conseguir para completar la partida y respirar tranquilo.

Empiezas a hurgar en lo más profundo de tu mente para exprimir tus neuronas, y te acuerdas de aquel primo segundo que tienes que sabe jugar a pádel, pero cuya falta de confianza supone un ligero obstáculo para llamarle, empiezas a recordar una ex que sí que sabía jugar pero hace mil que no ves y…mejor sigamos pensando. Recurrimos a la agenda del móvil, vas pasando contactos y…mmm éste iba a mi colegio y recuerdo que jugaba, voy a enviarle un whatsapp, pero ni contesta o lo hace al cabo de varios días, y éste a santo de qué me escribe, supongo que pensará…

En fin, ya va siendo hora de buscar una solución más inteligente, voy a llamar al club de pádel donde vamos a jugar a ver si puede conseguir alguien de un nivel parecido mientras prosigo con la búsqueda en el baúl de los recuerdos. Quizá Facebook ayude, veamos el listado de amigos mientras tanto.

Quedan 40 minutos, suena el móvil…

  • ¿diga?
  • Somos del club de pádel, os hemos conseguido un cuarto jugador

Ohh siiii!! Gracias. Se acabó el sufrimiento.

No hay comentarios

Dejar una respuesta