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De vez en cuando te toca jugar a pádel en unas condiciones que, digámoslo suavemente, no son las que nos gustaría. También es cierto que cada vez somos más exigentes. Antes jugábamos al aire libre, en pistas de muro con la reja agujereada, la red destensada y y el suelo reventado. Hoy en día si un foco nos molesta ya nos quejamos, es lo que hay.

Disfrutando del “otro” pádel

Bueno, a lo que iba. Que hay días que entre las condiciones climatológicas y las de la pista… pus no juegas como sueles estar habituado. En este caso era porque la pista absorbía mucho el impacto de la bola. Me recordaba al suelo de los parques infantiles que suele haber por lo barrios.

Pese a que en los primeros juegos me costó coger el tempo del partido, en cuanto cambias el chip recuerdas que en el pádel la pegada no lo es todo. En este tipo de partidos el control se impone a la potencia, el juego técnico y pausado gana al juego alocado, el que menos falla es el que gana.

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto de un partido. Lo reconozco, disfruto más tirar un revés cruzado buscando la verja, una bandeja profunda al rincón, tirar una chiquita…

Disfrutando del "otro" pádel

En la red, vale más apretar la volea o tirar una víbora que intentar traerse la bola a tu campo ya que, después de varios intentos, lo único que consigues es traerte al rival a la red, en cuanto la bola toque el cristal apenas va a salir debido a la humedad. A ver, está claro que su queda “a huevo” y se puede sacar de la pista hay que intentarlo pero no se dan muchas situaciones así.

Un saque buscando la pared lateral para dificultar el resto, ahora una bandeja para meter al rival en el fondo de la pista y ahora una volea cortada para que caiga muerta al tocar el cristal. Hay que tener mucha paciencia, tienes tiempo para pensar qué vas a hacer, la mayoría de los puntos van a ser largos, ¡disfrútalos!, varía los golpes, mueve al rival y cuando lo veas claro define el punto.

En estos partidos te das cuenta de que a veces nos obcecamos en pegar a la bola cuando seguramente no es la mejor opción pero nos sabe a más ganar un punto con un smash. Pero el pádel es mucho más.

Tan sólo nos dio tiempo a jugar dos sets en la hora y media que teníamos reservada y la verdad es que se me hizo corto, es lo que tiene cuando estás disfrutando y está todo muy igualado. Y si, pese a perder me fui contento a casa con ganas de volver a jugar un partido así.

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