En los últimos meses hemos hablado de cómo debería ser un club de pádel y, más allá de que tengan bar y de las instalaciones en general, lo fundamental, como no puede ser de otra manera, son las pistas de pádel. Y cuando hablamos de las pistas de pádel no hablamos sólo del mantenimiento. Antes de montar una pista hay que informarse y elegir qué pista nos conviene mejor montar.
Pistas de muro, de cristal, panorámicas… incluso individuales, aunque no sea lo más demandado, para practicar no va mal. Es importante tener en cuenta si se quiere una pista para indoor o para jugar al aire libre, ya que las condiciones afectan de diferente forma a la pista. Una pista al aire libre va a estar más expuesta a las condiciones climatológicas que le van a producir un desgaste mayor. Muchos clubs optan últimamente por techar las pistas, lo cual va muy bien si no quieres ir a un club indoor y está lloviendo.
Hoy en día creo que la gran mayoría, si podemos elegir, nos decantaríamos por pistas de cristal, aunque haya veces que nos llevemos un buen susto al impactar contra el cristal y ver lo que se mueve este. Tanto una buena construcción de la pista como un buen mantenimiento posterior evitará llevarse sustos.
El césped también es un punto importante. Una vez puesto hay que esperar a que asiente y, aunque al principio esté como esponjoso, a la larga esperamos que la bola tenga un bote vivo y no se quede muerta que vez que toque el suelo. Por no hablar de las pistas que están llenas de socavones. Cuando pagas por jugar en una pista no te hacen descuento aunque esta se esté cayendo a pedazos así que si no está bien cuidada, lo único que se consigue es que nadie vuelva a jugar allí.
Un tema que a veces suele pasar desapercibido es sin duda el de la iluminación. Hace poco fui a jugar a un club y la verdad es que salí un poco escaldado. El club está muy bien, la pista estaba en muy buenas condiciones… menos la iluminación. Me costaba horrores poder ver la pelota. En algunos casos es por falta de intensidad, pero en este era por exceso y era realmente molesto. Ya ni os cuento esos clubs indoor donde te ponen, además de los focos tradicionales que llevan ya las pistas, esas lámparas en el techo que no sólo molestan, si no que además cuando tiras un globo les acabas dando.
Luego podríamos hablar del tema de la distancia entre pistas por el hecho de salir a devolver una bola, pero bueno, que haya poca distancia a la gente de nuestro nivel casi ayuda. Así tenemos la excusa de que no se puede salir a devolver un remate x3 y no nos la pegamos contra la puerta intentando salir.
Si hay en algo donde no se debe escatimar es en la pista de pádel, tanto a la hora de instalarla, como en su mantenimiento a lo largo del tiempo. Ya no sólo por que un buen mantenimiento alargue la vida de la pista, si no por que nadie va a querer jugar en un pista en unas malas condiciones en la que no pueda disfrutar del pádel y, aún peor, pueda acabar lesionándose.