Compartir

Reconozco que hoy el ego me ha crecido, pero hacía tiempo que no jugaba un partido tan bueno como el que he jugado, así que me tenéis que disculpar, no todo van a ser excusas, partidos perdidos o días malos.

El caso es que al terminar el partido uno se pregunta, si hoy he jugado así ¿por qué no puedo repetirlo mucho más a menudo? Es entonces cuando empiezas a pensar en lo que has comido ese día, la hora a la que te has levantado, tu día en el trabajo, en lo que estabas pensando antes de entrar a la pista… para ver si puedes encontrarle una razón psicológica al misterioso partidazo que has hecho.

Dentro de la pista me ha salido todo, me hacían un globo corto y no perdonaba, en la volea parecía un martillo pilón, hasta he sacado una volea por la puerta lateral (y sin saber ni cómo se hace eso). Por supuesto me he traído mates a mi propio campo y con la altura suficiente, incluso he sacado por 3 varias bolas. Muchos podréis pensar que eso lo hace cualquier amateur pero os juro que para mí es un logro, raras veces lo he hecho. Nunca había sacado por cuatro una volea de revés y también hoy ha sucedido el milagro. Cogía todo de las paredes, como si fuera un muro, desesperando a los rivales.

No sé si se han alineado los planetas, los astros o las galaxias pero parece que se haya juntado todo ese repertorio de golpes con los que a veces sueñas que te salgan bien. Hasta los rivales me han aplaudido. Ha sido uno de esos partidos que deseas que nunca termine y que esperas repetir aunque sabes que va a ser muy complicado. Uno de esos partidos en los que ansías la cerveza de después para comentarlo y hacer que tu ego suba más de lo que ya está.

Hay demasiados factores que afectan al juego de cada uno, pasa en todos los deportes. Está claro que uno siempre quiere jugar muy bien y sabe que debe estar muy concentrado en cada punto, pero esa concentración no debe empezar en la pista, sino muchas horas antes, en concreto desde que te acuestas la noche anterior. No puedo explicar los motivos de haber jugado un partido tan bueno como el que he jugado pero sí que tengo claras 7 cosas que seguro han ayudado:

  • Un buen descanso la noche anterior, unas 7-8 horas.
  • Un día sin problemas en el trabajo, después de trabajar he conseguido desconectar, cosa que no siempre hago pues muchas veces piensas en cómo solucionar algún problema que ha surgido.
  • Una alimentación con hidratos, agua, café y sin excesos.
  • Un camino hacia el club escuchando música (ayuda a desconectar)
  • Unas ganas locas de jugar y por supuesto de ganar.
  • Mentalización y concentración en la pista (nada alrededor que distraiga)
  • Coger fuerte la pala y ganar confianza pasando muchas bolas al principio.

Para ser sincero estoy seguro que hay alguna más que se me escapa pero puedo garantizar que esas 7 cosas las hice y la mayoría de veces no lo hago.

Psicológicamente hay muchos otros aspectos o factores que quizá no podamos controlar tan fácilmente puesto que no dependen tanto de nosotros, y son cosas que al final afectan en la pista de pádel. Cuántas veces habremos perdido contra rivales inferiores e incluso ganado a rivales superiores cuando supuestamente nuestro nivel es el mismo de siempre, la pala también y el compañero el mismo.

En fin, dejad que disfrute de este día y que lo recuerde durante mucho tiempo porque hoy no me gana ni Bela.

*Foto de World Padel Tour

No hay comentarios

Dejar una respuesta