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Ya hemos hablado en más de una ocasión de lo importante que es aprovechar el peloteo para ir entrando en calor y probar las condiciones de la pista, además de comprobar cómo juega el rival. Todo esto debemos prolongarlo en los primeros puntos, ya que pueden marcar el devenir del partido.

¿Por qué son importantes los primeros puntos en un partido de pádel?

Como decíamos, todo debe empezar con el peloteo previo al partido. Los primeros puntos, ya con el partido en marcha, son una prolongación de ese peloteo, donde vamos a poder medir mejor nuestras sensaciones, nuestra adaptación a las condiciones de la pista, el nivel del rival y ver si nuestra estrategia que nos marcamos antes del partido puede funcionar o tenemos que cambiarla.

Los primeros puntos los tomaremos como tanteo para analizar todo esto, pero también para terminar de entrar en calor y, principalmente, para ganar confianza en nuestro juego.

Ya sabes, en el peloteo tómate todo el tiempo que necesites para probar todos los golpes que vayas a usar en un partido, incluidos globos y saques, ¡que no se te olviden! Pero, pese a dedicarle un tiempo prudencial, es inevitable que aún no tengamos el brazo “suelto”. En eso es en lo que vamos a trabajar en los primeros puntos del partido mientras analizamos el juego del rival, cuáles son sus mejores golpes, cuáles intenta evitar, cómo se posiciona en pista, la compenetración que tienen en pareja…

Cómo jugar los primeros puntos en un partido de pádel

En el partido debemos ir de menos a más. No en cuanto a intensidad en el juego. Debemos ser intensos y mantener la concentración desde el primer momento pero sin ser agresivos en nuestros golpes.

Lo importante en los primeros puntos es pasar bola hasta que nos sintamos realmente cómodos en pista y hayamos calentado suficientemente el brazo como para poder ir apretando, poco a poco, más a la bola.

Es mejor comenzar asegurando los golpes para tomar la medida a la pista, ir activándonos y, principalmente, ganar confianza en nuestro juego.

Ya sabes que el pádel tiene un alto componente psicológico y un mal inicio puede lastrar nuestro partido. Fallas dos o tres bolas seguidas al inicio, no logras encontrarte cómodo en la pista y eso se va haciendo una bola que te acaba arrollando.

Por eso es mejor comenzar cogiendo sensaciones. Juega sin arriesgar para tomarle el pulso al partido y, en función de tus sensaciones, comienza subir el ritmo.

Comienza jugando fácil, sin prisa. Tampoco es cuestión de ir regalando puntos al rival, simplemente, asegura el golpe lo máximo posible, trabaja el punto a y no tengas prisa por cerrarlo, salvo que te lo pongan “a huevo”, claro.

Conlcusión

Los partidos son muy largos. Aunque comiences abajo en el marcador, se puede remontar, pero no podrás hacerlo si tus sensaciones en pista no son buenas.

No tengas prisa, tómate tu tiempo al inicio del partido para analizar a los rivales, terminar de calentar el brazo y encontrar las mejores sensaciones en pista para ir ganando en confianza y poder afrontar en las mejores condiciones el partido.

*Foto de World Padel Tour

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