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Cuántas veces has perdido un punto y has pensado, ¿por qué he hecho eso? Seguro que se te pasan varias cosas por la cabeza que seguro hubiesen hecho que el punto no acabara así. De eso es de lo que vamos a hablar hoy, de cómo jugar fácil a pádel.

¿Qué es jugar fácil a pádel?

Cuando hablamos de jugar fácil a pádel, nos referimos a elegir el golpe adecuado o a tomar la decisión correcta en cada momento del partido.

No te vamos a contar nada que no sepas, pero son cosas que siempre viene bien refrescar porque son fundamentales si quieres ganar partidos.

No hay fórmulas milagrosas por las que vayas a ganar partidos. Al final, junto con tu compañero, eres el que tiene que sacar los partidos adelante, y para ello tienes que usar tu técnica y tu cabeza.

¿Cómo jugar fácil a pádel?

Como decíamos, jugar fácil a pádel consiste en elegir la mejor decisión en cada momento del partido. Sí, cuando estás en la vorágine del partido, a veces es complicado ponerse a pensar en el siguiente movimiento, pero hay que intentarlo.

¡Ojo! Jugar fácil a pádel no consiste en pasar mucha bola y ya está. Yo puedo hacer de frontón humano, pero eso no me va a asegurar ganar el punto.

Si simplemente nos dedicamos a defender, poco a poco el rival nos irá ganando terreno, hasta que le pongamos una bola a huevo y cierren el punto.

Se trata de atacar y defender con criterio. La gente puede pensar que defiendes mucho pero si no logras que esas bolas que devuelven compliquen la vida al rival, simplemente vas a remar para morir en la orilla, porque recordemos que el pádel es un deporte por parejas.

Esto lo vamos a ver mejor con un ejemplo:

“Pongámonos en la situación de que defendiendo eres una bestia, lo devuelves absolutamente todo.

Pero, ¿qué pasa con esas bolas que defiendes? Si cada vez que devuelves una bola la vas devolviendo cada vez más cerca de la red, dejándola alta, blandita y sin conseguir mover al rival… le estamos dejando el punto en bandeja al rival.

Lo único que conseguimos es alargar el punto, porque el rival es el que tiene todas las papeletas para llevárselo.

Tú me dejas la bola a huevo en la red y, puede que tú defiendas muy bien pero, ¿y tu compañero? Si me la dejas a huevo en la red, me estás dando tiempo a pensar, preparar un buen golpe y definir en el rincón de tu compañero, al que acabas de dejar vendido.”

Es importante analizar estas situaciones para ver dónde está el problema. A mi es algo que me ha pasado con mi compañero, de hecho, ha llegado a pedirme perdón por no haber devuelto la bola.

Pero es una situación que tu analizas y piensas “pues la culpa es mía”. He pasado mucha bola pero poniéndosela muy fácil al rival, hasta el punto de tirarle una bola fácil y muy por encima de la red, permitiéndole que volee cómodamente al rincón de mi compañero.

¿Qué culpa tiene ahí mi compañero? Si soy yo el que he dado pie al rival a un golpe definitivo. He jugado a no fallar, pero no con inteligencia.

Tampoco se trata de hacer cosas que no sepamos. Si en algo tenemos que basar nuestro juego es en exprimir nuestros mejores golpes. Lo que NO debemos hacer es tirar de golpes que no nos salen, por mucho que nos gustaría dominarlos.

Si yo no soy bueno haciendo remates x3 porque por una que saco, me quedo vendido otras 5 veces, evidentemente no compensa.

Tampoco se trata de abusar de nuestros mejores golpes, sobretodo si la situación no es la adecuada.

Os pongo otro ejemplo que también suele pasar, en este caso en la parcela ofensiva:

“Pongamos que yo soy muy bueno en el remate, me traigo a mi campo muchas bolas por partido y saco otras tantas x4.

Perfecto, ¿no? ¿A quién no le gustaría ser una máquina por arriba? De normal soy un seguro por arriba, puede que algunos días falle más y en alguna ocasión me venda, pero no es lo normal. En este caso, si fallas una, no pasa nada, eres bueno en el remate y no tiene porqué entrarte la duda por haber fallado un remate, a todo el mundo le puede pasar.

Pero hay algunas situaciones en las que no hay que “abusar”. Ya sea porque las condiciones de la pista hacen que la bola se frene o porque los rivales te pillen el truco y sepan cómo colocarse ante los remates que no saques en la pista, hay veces en las que tienes que pensar si de verdad es la mejor opción el remate.

Este caso lo pongo porque una de las personas con las que suelo jugar es un rematador empedernido, y créeme que de normal es imparable. Pero hay veces que no logra sacar la bola de la pista y, ante ciertos rivales, hemos sufrido mucho porque le cazaban todas las bolas en la red.”

Cuando pasa esto, evidentemente hay que cambiar la forma de jugar. Aquí te estás complicando la vida. No te emperres y te quedes vendido por querer terminar rápido el punto. Piensa antes de actuar y remata si crees de verdad que puedes cerrar el punto.

También hay que tener en cuenta la colocación del rival en la pista. Si vas a rematar y ves que los dos suben a la red, como no la saques de la pista, te vuelves a quedar vendido. Piensa antes de golpear, ¿por qué no hacer un amago? Si no consigues sacar la bola de la pista, al menos haz que el rival dude si subir o quedarse en el fondo de la pista.

Es fundamental pensar antes de actuar. Claro que podemos ganar un punto sin pensar. Ya sea porque técnicamente seamos muy buenos o nos haya salido un buen golpe, pero una cosa es ganar una batalla y otra ganar la guerra.

Acostúmbrate a pensar en lo que vas a hacer en cada golpeo, si con un golpe vas a hacer más daño al rival que con otro. Pero siempre con golpes que domines, que sea el rival el que tenga que correr para llegar a la bola y no al revés.

Cosas que debes hacer para jugar fácil

Hay ciertos golpes que no debes fallar, como los restos. No puedes regalar un resto jugándote la bola a las primeras de cambio. No vas a conseguir nada con eso salvo darle un punto gratis al rival. En el saque del rival hay que presionar para que cometa fallos, no fallar tú.

Lo mismo pasa con el saque. Aprieta más con el primer saque, pero no busques constantemente el punto directo, es algo muy complicado como para jugársela. Y, evidentemente, en el segundo saque asegura.

Un aspecto que es fundamental para jugar fácil a pádel es la colocación y compenetración en la pista con tu compañero. Hay que hablar mucho, tener claro la estrategia y quién va a por qué bolas, sobretodo las del centro, que son las que nos solemos comer.

Sobre el tema de la pareja en el pádel ya hemos hablado muchas veces, pero no nos cansamos de remarcar la importancia de estar bien compenetrados. Es así, si queremos jugar fácil tenemos que saber estar bien posicionados en pista, y sin una buena compenetración con nuestro compañero será imposible.

Una de las cosas que siempre te dicen que debes hacer para asegurar un golpe, es jugar en cruzado. De normal sí, pero conozco gente que juega mucho más seguro jugando en paralelo.

Aquí ya entraríamos en aquel artículo que escribimos sobre “Arriesgar o asegurar en el pádel”. Lo que es arriesgar para unos, es asegurar para otros. Lo importante es jugar cómodos. con cabeza y tratar de fallar menos que el rival, porque ya sabes que al pádel gana el que menos fallos comete.

Conclusión sobre jugar fácil a pádel

Ya para terminar, que me he alargado mucho más de lo que quería, lo fundamental para jugar fácil a pádel es ser capaz de elegir la mejor decisión antes del golpeo, dentro de nuestras posibilidades.

Tratemos de evitar los fallos tontos y regalar puntos a los rivales. Y siempre tengamos en cuenta que no jugamos solos, así que trata de evitar dejar vendido a tu compañero.

Intenta usar la cabeza cuando juegues a pádel y no te compliques la vida .

*Fotos de World Padel Tour

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