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Vaya por delante que con este título de “mataos” no queremos ofender a nadie. Es algo que pensamos en caliente (de hecho, muchas veces nosotros somos los “mataos” que ganamos a alguien mejor, no siempre vamos a perder) y nos sale de dentro, pero mejor tomárselo con humor, ¿no?. Este artículo va sobre aquellos partidos en os que juegas contra gente peor que tú pero que por una cosa o por otra terminas perdiendo.

Uno de los grandes inconvenientes de jugar una partida semanal (ojalá pudieran ser más) es que si pierdes o no juegas bien, te vas fastidiado a casa y para colmo te toca esperar una semana para poder redimirte.

Por fin llega el día, entramos en pista, empieza el peloteo y pensamos “A estos les ganamos seguro” pero empieza el partido y… primer set abajo, entonces hablamos con el compañero “Cómo es posible, si somos mejores” llega el segundo set y…Se acabó, hemos perdido. Lo peor de todo es que aún jugamos un 3º set de consolación, ya sin nervios y sin ansias por ganar y ganamos!

Llega un momento en el que este tipo de partidas se convierten en una especie de déjà vu que hay que analizar más en profundidad.

¿Por qué perdemos contra rivales inferiores?

Aunque entran en escena múltiples factores, el psicológico es uno de los más determinantes, hasta el punto de poder convertirse en el principal causante de la derrota.

Cuando entramos en la pista y estudiamos los movimientos del rival durante el peloteo (suponiendo que no los conozcamos de antes), nuestro cerebro empieza a recoger datos. Es entonces cuando dicha información la interpretamos y lo traducimos en nuestra expresión corporal según el caso:

1- RIVALES INFERIORES

Nuestro cuerpo entra en estado de relax con todo lo que ello implica, por ejemplo falta de ganas, ausencia de movimiento, escaso ritmo en las piernas, poca concentración, falta de actitud y de lucha en cada punto… Es entonces cuando empezamos a elegir erróneamente los golpes, buscando ajustar a las esquinas, jugándonos bolas que normalmente no nos jugaríamos y como consecuencia, los fallos, no pasa nada, ya entrarán (desidia pura). Acabe como acabe el partido no nos vamos a casa orgullosos. Hay que decir que no a todos les afecta igual dicha relajación corporal.

¿Por qué hemos perdido contra estos mataos?

2- RIVALES SUPERIORES

Nuestro cuerpo se mantiene en estado de alerta, lo que implica mayor tensión en cada punto, más ritmo y movimiento en las piernas, mejor elección en el golpeo… Celebramos más los puntos y lamentamos más los errores, en definitiva, más concentración. Tanto si ganamos como si perdemos nos vamos a casa orgullosos, quemando calorías y habiendo jugado un partido dignamente.

Todo esto está muy bien pero falta por analizar lo más importante:

¿Qué consideramos como rivales inferiores y por qué?

Lo primero de todo hay que recalcar que siempre nos estamos refiriendo a rivales de un nivel “similar”.

Normalmente tendemos a subestimar a quienes no poseen golpes definitivos, estéticos o que en ataque se limitan a no forzar errores y en defensa abusan de los globos, lo que comúnmente llamamos “pasabolas”. Este tipo de jugadores a los cuales infravaloramos son los que acaban por ganarnos, sacándonos de quicio muchas veces y dejándonos con cara de tonto. Olvidamos por completo lo más importante para ganar en el padel que es fallar menos que nuestro rival y que la pelotita “entre”.

“Nosotros”, que nos consideramos técnicamente superiores, con más puntos ganadores resulta que nos vemos claramente doblegados y triplicamos los errores no forzados por culpa en parte de nuestra actitud y manera de afrontar este tipo de partidos.

Conclusión, es muy difícil jugar partidos en los que te crees superior al rival pero piensa que has ido adrede a jugar, te vas a dejar un dinero y encima puedes perder calorías, no es mal motivo para darlo todo ¿no?

*Foto de World Padel Tour

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