Que vuelvan ya las pistas de muro

Que vuelvan ya las pistas de muro

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Portada pistas de muro

Es muy probable que nadie se apunte a este carro, pero tenía muchas ganas de rendir homenaje a esas pistas que nos han acompañado a lo largo de nuestros primeros años de infancia padelera, en mi caso cuando mis padres y mi hermano me engancharon a este deporte 20 años atrás.

Una vez más, la nostalgia se ha apoderado de elneverazo, y esta vez me ha tocado ejercer de abogado defensor (a mucha honra) de las pistas de muro, las cuales, por diversos motivos me encantaría que volvieran de nuevo a imperar en el padel amateur.

Lo sé, la vida sigue y hay que evolucionar, pero hay cosas que por mucho tiempo que pase uno siempre acaba echando de menos y vuelve a recordarlo alguna vez, y si no, que levante la mano quien no haya visto nunca una película que le recuerda a otros tiempos, o quien no se ponga de vez en cuando música remember evocando cualquier tiempo pasado.

pistas de muro y berja metálica

Cuando pienso en las pistas de muro, vienen a mi mente imágenes y recuerdos como una casa rústica con un horno de leña y una chimenea de piedra, la rica sopa de la abuela en un cuenco de barro, el sonido de la cuchara chocando repetidamente con la tarrina de cristal de los yogures para repelarlos… oye, y porqué no decirlo, también dibujos que nos han ido acompañando a lo largo de los años como en mi caso “los caballeros del zodiaco”, “bola de Dan”, “Musculman” y por supuesto “Oliver y Benji” y “bola del dragón” (bola del drac para los valencianos)… madre mía, como siga así se me van a caer las lágrimas.

En fin, tras una nueva dosis de abuelo cebolleta (2ª parte) voy a tratar de explicar el motivo por el que me encantaría que se volviera a jugar en este tipo de pistas, dejando de lado la parte subjetiva que creo haber dejado bastante clara:

  • El rebote de la bola en la pared de muro, me parece bastante más predecible. Y su sonido inigualable.
  • Al ser completamente opaco, es más fácil concentrarse ya que el paisaje o la pista de al lado, no nos distrae.
  • Absorben mejor el ruído exterior.
  • En invierno no afecta la humedad como en las de vidrio, que se mojan, se empañan, y la bola desliza hacia abajo haciendo más incómoda la devolución.
  • En verano, te dan un pequeño espacio en sombra que nunca viene mal, como esos días de intenso calor donde nos arrimamos al muro buscando la sombrita cuando la partida nos da un respiro.
  • Son más estables frente a impactos, aunque es cierto que dejan heridas de guerra, pero ¿quién no ha presumido de ellas alguna vez?
  • No se ven tantos reflejos como en las pistas de cristal.

Seguro que a vosotros se os ocurren unas cuantas más así que hago un llamamiento a todos los defensores de la pista de muro para que me apoyen en esta complicada batalla.

Soy consciente de que las pistas de muro también presentan sus inconvenientes, pues son más caras de hacer a día de hoy, más lentas de construir, para el espectáculo son totalmente inadecuadas… Pero por lo menos he conseguido desahogarme un rato. Afortunadamente aún se resisten a desaparecer del todo, y a esa esperanza me agarraré con fuerza hasta jugar quien sabe, si una última partida.

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