La semana pasada Nacho se ponía en plan nostálgico y declaraba su amor por las pistas de pádel de muro. Y hoy me toca a mí poner el contrapunto y explicar porqué habiendo pistas de cristal no jugaría en una pista de muro.
Cuando empecé a jugar sólo había pistas de muro, jugábamos en polideportivos o en la universidad. Clubs de pádel como los hay ahora no los había entonces y la imagen que se me viene a la cabeza de las pistas es de estar en muy mal estado. Las pistas de pádel no eran la prioridad para sus dueños y solían estar en malas condiciones, moqueta reventada, red destensada, verja agujereada…
En esos momentos tampoco le dabas tanta importancia por que básicamente no había otra cosa, así que jugabas donde podías y punto. Pero entonces llegaron las pistas de cristal y después de probarlas… ¿ por qué volver a las pistas de muro? Al menos yo desde entonces sólo he jugado en pista de muro si era imposible jugar en una pista de cristal.
Es cierto que en pista de muro las condiciones climatológicas no afectan tanto como en las de cristal. Sí, con la humedad cuando la bola rebota en el cristal cae muerta pero es cuestión de adaptarse. Respecto a lo de la concentración o que la pista de muro aisle más, bueno, yo nunca he tenido problema con eso, cuando estoy jugando estoy concentrado en el partido sin importarme lo que suceda fuera de la pista. Vale, para algunas personas esto puede ser mejor la pista de muro, pero es suficiente como para preferir jugar en este tipo de pista?
Personalmente me gusta más el rebote de la bola en el cristal, es más vivo cuando las condiciones no son adversas. En la pista de cristal da la sensación de que tienes más espacio, que es más grande y no estás enclaustrado. Además, cuando vais a un club ¿ no os gusta quedaros un rato mientras os tomáis algo viendo otros partidos de pádel? Esto con las pistas de muro no se puede hacer, habría que ponerse en el lateral, cerca de la puerta, y eso sí que puede ser molesto para los que están jugando.
Me he dejado para el final lo que más odio de las pistas de muro. Lo primero, el dichoso pico. ¿Por qué? ¿qué necesidad había de poner ese saliente ahí? En serio, es horrible.
Pero lo peor sin duda es el muro en sí. En una pista de muro no puedes apurar contra las paredes ni por tu salud ni por la de tu pala. ¿Cuántas veces habéis chocado contra el muro y os habéis quedado magullados durante semanas? Teniendo las pistas de cristal donde puedes impactar sin tener que acabar en el hospital, ya son ganas de jugar en una de muro.
Juegas condicionado por no estamparte contra el muro, igual que con la pala. Dale al muro con la pala y a ver cómo acaba. Es como si te peleas y dices “oye, en la cara no vale, no vaya a ser que quede marca” pues aquí igual, no vale ajustarla a la pared que no quiero romper la pala. Con lo que vale una pala, lo último que haría sería arriesgarme a partirla por la “nostalgia” de rememorar viejos tiempos.
Teniendo pistas de cristal…¿para qué volver a las de muro?