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Hay días en el que el enemigo eres tú mismo pero, de normal, en una pista de pádel el enemigo es el rival. Un rival que, como tú, va a hacer todo lo posible por ganar, usando todas las armas a su alcance.

Como en una partida de ajedrez, ambas parejas van a tratar de neutralizar las acciones del rival… como sea.

Unas veces servirá con la técnica, otras con una buena táctica y otras… y es que, cuando el partido está igualado y el nivel es similar, siempre está el que busca el fallo del rival de otra forma.

Está el rival que técnicamente es muy bueno, o el que no es tan bueno técnicamente pero lo compensa con la táctica. Pero, también está el que intenta sacar del partido con su comportamiento en pista, recurriendo a robar bolas, protestar cualquier jugada, o con comentarios en plan mofa. No llegan a lo que sería el trash talking pero se aproximaría.

Alguna vez habrás oído el “¡otra igual!”, tras fallar el primer saque, o un “¡buena!”, tras dejar en la red un golpe. Podríamos entrar en si es de mala educación estos comentarios, pero no dejan de formar parte del juego, otra cosa es que mentaran a tu familia, ahí ya sería cruzar la línea de lo que se debería permitir, dejémoslo en que la bordean. La cuestión es que esa gente, más que buscar faltar al respeto, lo que busca desconcentrarte para que falles.

Todo depende de cómo te afecten esos comentarios. ¿Cómo te los deberías de tomar? A risa, así de simple. Cuanto más en serio te los tomes, más van a afectar a tu juego.

Cuando afrontas un partido, debes estar preparado para cualquier cosa. No vamos a decir que un partido de pádel es como una guerra. Esto no deja de ser un deporte y lo que buscamos es divertirnos y, si podemos, ganar. Pero, también piensa, que hay gente que valora más ganar que divertirse y que están dispuestos a buscarte las cosquillas para sacarte del partido.

Pero, como decíamos, depende de ti. Si te roban una bola, no lo puedes poner como excusa para irte del partido, defiende tus intereses pero sin perder los papeles. Si te dicen cualquier tontería, que te entre por un oído y te salga por el otro. Igual que debes intentar imponer tu juego al del rival, debes evitar caer en sus provocaciones y mantenerte al margen, aunque a veces en un partido tenso sea complicado. Por eso mismo hay que tener la cabeza lo más fría posible.

Piensa que si el rival tiene que recurrir a esas tácticas es porque algo estás haciendo bien o porque no las tiene todas consigo para llevarse el partido. Ya sabes el dicho, “a palabras necias oídos sordos”.

*Foto de World Padel Tour

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