EN esta ocasión, nuestros amigos de Tuentrenador nos traen un artículo sobre la importancia de la motivación en el deporte.
¡Qué fácil es decir “voy a empezar a hacer ejercicio”! Pero ponerse a ello ya es otra historia. ¿Por qué siempre lo mismo? Lo coges con fuerza y a los dos días como el que dice ya vuelves a flaquear. Tienes que ser fuerte y encontrar esa motivación que te haga seguir día a día haciendo deporte.
La motivación en el deporte
Sí, no nos vamos a engañar, después de un día duro, lo que más apetece es tirarse al sofá pero si de verdad quieres hacer deporte, eso tiene que cambiar.
No dejes a las primeras de cambio algo que te has propuesto. Si de verdad quieres hacer ejercicio, hazlo. Ya lo dijo Yoda, hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes.
Nosotros te podemos ayudar a ponerte en forma, pero no podemos hacer deporte por ti. Eso depende exclusivamente de ti.
Hay gente que tiene una gran fuerza de voluntad y que, pese a que algún día pueden flaquear sus fuerzas, cumple sus propósitos a rajatabla.
Otros necesitan una pequeña ayuda para cumplir sus objetivos. Por eso te vamos a dar algunos consejos sobre la motivación en el deporte.
¿Cómo motivarse para hacer deporte?
Fíjate un objetivo alcanzable
Uno de los mayores errores al comenzar a hacer deporte es ponerse metas poco realistas. Esto da paso a la frustración y termina desmotivando. Consecuencia: piensas que hacer deporte no sirve de nada.
Cuando empezamos a hacer deporte debemos fijarnos objetivos realizables. Fíjate un objetivo a largo plazo y otros más a corto plazo que sean fáciles de conseguir.
Así, cada vez que consigas completar con éxito un objetivo, te sentirás más motivado y con más fuerzas para seguir adelante con lo que has empezado.
Ten paciencia
No te obsesiones por no ver resultados a los pocos días. Piensa que esto es una carrera de fondo y que queda mucho para llegar a la meta.
Ocurre mucho que ves gente que quiere empezar a hacer deporte como si llevase toda la vida haciéndolo y no es consciente de que no está preparada para cierta carga de trabajo.
Luego es cuando vienen las lesiones por no ser consciente de sus limitaciones.
Empieza con calma y conforme pase el tiempo irás progresando, pero no te saltes etapas en tu entrenamiento, todo llega a su debido tiempo.
Hazte una rutina

Justo por lo que decíamos antes de tener paciencia, es importante marcarse una rutina.
Márcate los días y horarios de la semana en los que vas a dedicar tu tiempo a hacer deporte e intenta cumplirlo, siempre que sea posible.
No es que se convierta en tu rutina, como si de las clases o el trabajo se tratara, sino que lo hagas porque de verdad lo quieras hacer.
Si te marcas un calendario, al principio te costará cumplirlo, ya que la pereza siempre está ahí sobrevolando, pero, conforme vayan pasando las semanas, te sentirás mejor contigo mismo y te sentirás más motivado para seguir haciendo deporte.
Busca un ejercicio o deporte que te guste
Si no te gusta lo que haces, ya puedes buscar la motivación hasta debajo de las piedras, que ya te digo que no va a aparecer.
Busca un deporte o algún ejercicio con el que te sientas cómodo y con el que no se te haga una bola en el día a día. Que acabe por apetecerte hacer sin tener que estar buscando una razón por la que hacerlo.
No tomes el ejercicio como una obligación
Si tomas el deporte como una obligación, no pasará mucho tiempo hasta que busques excusas para escaquearte. “Es que hace frío y me puedo constipar”, “es que está lloviendo, ya haré deporte mañana”, “esta semana estoy muy liado y no voy a tener tiempo para hacer deporte”.
Es muy difícil, por no decir imposible, motivarse cuando te sientes obligado a hacer algo. Piensa en los beneficios del deporte, en lo bien que te vas a sentir después de hacer ejercicio, aunque en el momento te de mucha pereza y piensa, porque es la verdad, que nadie te está obligando a hacer deporte, lo haces porque te apetece.
Sé positivo
Sé siempre positivo y piensa que puedes lograr los objetivos que te propongas. Si tú no crees en ti mismo, ¿quién lo va a hacer?
Escucha música
No hay mejor forma de hacer deporte que con tu música favorita. ¿Quién no tiene una canción que escuchándola piense que podría hacer cualquier cosa?
¿Tienes un día muy perro? Ponte los auriculares, las zapatillas y ¡sal a hacer deporte! La música es pura motivación.

No renuncies a la comodidad
El ejercicio no está reñido con la comodidad. Quizás no sea la comodidad que estás pensando. No, tirarse en el sofá a ver la tele no es hacer ejercicio, por ahora.
Si quieres apuntarte a un gimnasio, busca uno que esté, o bien cerca de tu casa, o bien cerca de tu trabajo o donde estudies. Cuanto más lejos esté ese gimnasio de donde vivas/trabajes/estudies, más probabilidades hay de que te acabe ganando la pereza y acabes abandonando.
Pero aún mejor, ¿por qué no entrenar en casa? Habilita un espacio en tu casa y no pierdas tiempo en los desplazamientos.
Si con eso ya no haces deporte es porque no quieres.
Entrena en grupo
Si sólo ves que no consigues cumplir tus objetivos, rodéate de gente que busque los mismos objetivos que tú.
Así, os podéis ayudar los unos a los otros cuando flaqueéis o se os presente un obstáculo que, de forma individual, no podrías superar.
Apúntate a un grupo (los hay de todos los tipos: runners, ciclismo, fútbol…), ve a las clase de los gimnasios o recurre a un profesional que te ayude en tus entrenamientos.
Tómate algún día de descanso

Esta semana has cumplido con tu rutina y, ¿Por qué no? Te has ganado un fin de semana de relax. Concédete un capricho de vez en cuando, no es nada malo.
Todos necesitamos un descanso de vez en cuando para recargar pilas y volver a la siguiente semana con un poco de motivación extra.
Como ves no existe ningún truco, al final todo depende de ti y si de verdad quieres empezar a hacer deporte. Si de verdad lo quieres, no habrá ningún obstáculo que no puedas superar. Qué, ¿ya estás motivado para empezar?